Smart Mobility

September 6, 2023

Meep: Revolucionando la movilidad urbana con algoritmos inteligentes

Aunque los primeros algoritmos que conocemos aparecen en tablillas del Imperio babilónico, todo cambió en 1843 cuando la matemática Ada Lovelace planteó lo que se considera el primer algoritmo informático, es decir, el primer algoritmo que podía ser procesado automáticamente por una máquina. 

Más de un siglo después, el impacto que ha tenido la Inteligencia Artificial (expresión del año 2022 según Fundéu RAE) en gran parte por el ChatGPT, ha hecho que el algoritmo viva su edad dorada.

En este artículo, profundizaremos en cómo los algoritmos son capaces de mejorar considerablemente la experiencia de una persona a la hora de desplazarse por una ciudad, incrementando la accesibilidad al transporte y fomentando el aprovechamiento de los recursos de movilidad existentes. 

El impacto de los algoritmos en la sociedad

¿Qué relación tiene un algoritmo con la inteligencia artificial? Para crear Inteligencia Artificial hay dos fundamentos necesarios: los algoritmos y los datos para configurarlos. El algoritmo, en términos de programación, es una secuencia de pasos lógicos para solucionar un problema. Proporciona las instrucciones para que una máquina ejecute las tareas que le encomendamos, mientras que los datos permiten a esa máquina aprender a emplear esas instrucciones y perfeccionar su uso.

Actualmente, estamos rodeados de dispositivos capaces de ejecutar multitud de algoritmos, aunque son invisibles e incomprensibles para la mayoría. De hecho, según la exposición “Código y Algoritmos. Sentido en un mundo calculado” del Espacio Fundación Telefónica de Madrid, se estima que sólo el 0,3% de la población sabe cómo escribirlos o interpretarlos.

Sin embargo, nuestro día a día es casi inconcebible sin ellos. Y en función de cómo sean diseñados, tienen capacidad de generar impactos positivos o negativos a gran escala. Nos sugieren cómo ir de un sitio a otro, qué película ver o cómo traducir una palabra. Pueden ayudarnos a predecir un ictus dos años antes de que ocurra, seleccionar cultivos que se adapten al cambio climático o calcular la forma de 200 millones de moléculas para entender enfermedades como el alzhéimer o el párkinson.

Pero cada vez delegamos en ellos decisiones de mayor trascendencia y, por este motivo, entender cómo funcionan y qué desafíos éticos plantean resulta imprescindible. Es lo que se propuso el pensador israelí Yuval Noah Harari en el libro “21 lecciones para el siglo XXI”, en el que alerta de lo que podría avecinarse: un mundo en el que las principales decisiones políticas, económicas y sociales, son tomadas por complejos cálculos de computación que ya muy pocos comprenden, socavando la libertad individual.

Los algoritmos de planificación de rutas

Centrémonos en uno de los impactos positivos mencionados del algoritmo: sugerir cómo ir de un sitio a otro para hacer nuestra vida más fácil. 

La solución de movilidad conectada de Meep permite a los usuarios planificar, reservar y pagar sus desplazamientos sin fricciones en una sola aplicación integrando todos los modos de transporte disponibles. 

Una de las funcionalidades de la app es el planificador multimodal de rutas, en el que gracias a un algoritmo desarrollado por Meep, combina con información en tiempo real los diferentes servicios de movilidad integrados. ''Nuestro algoritmo crea rutas inteligentes intermodales que combinan redes de transporte que serán el futuro de la movilidad en las ciudades”, comentó Guillermo Campoamor, CEO & Cofundador de Meep, en una entrevista reciente. 

¿Cómo funciona el algoritmo de Meep?

Los algoritmos de planificación de rutas son alimentados por diversas fuentes de información provenientes de los operadores de transporte regular integrados en la plataforma, donde se proporciona información de los horarios y, a veces, precios. Y luego actualiza esa información con datos dinámicos y en tiempo real de diferentes fuentes:

  • Actualizaciones en tiempo real de horas de paso por parada o alertas de servicio para aquellos operadores de transporte regular.
  • Actualización de información sobre recursos en operadores “sharing”: bicicletas, patinetes, motocicletas, estaciones de carga para automóviles eléctricos, carsharing…

Además, el algoritmo incluye servicios a pedido como el transporte a la demanda (DRT), el transporte con conductor (ride-hailing), el uso compartido de automóviles (carpooling), los servicios de transporte hacia/desde el aeropuerto o servicios de lanzadera. 

Para resolver el problema de dispersión de información, dada la presencia de múltiples operadores y tipos de operación, Meep organiza y ordena los datos obtenidos de los diferentes operadores, ofreciendo una experiencia homogénea al usuario y permitiendo incorporar operadores nuevos sin alterar el API ya expuesto en tipos de operadores similares.

Para completar la experiencia al usuario, el algoritmo ajusta los resultados a las preferencias del usuario y las opciones de movilidad del operador preferido. Los usuarios pueden elegir entre hacer que su experiencia de movilidad sea más económica, más rápida, más saludable o más sostenible. O lo que es lo mismo, modificar el propio algoritmo para que se adapte a su forma de moverse por la ciudad. 

En definitiva, Meep ha demostrado cómo los algoritmos inteligentes pueden transformar la movilidad urbana al ofrecer una experiencia de transporte sin fricciones. Su solución conectada integra diversos servicios de movilidad de manera eficiente, adaptándose a las preferencias y prioridades de los usuarios. En un mundo actual impulsado por la inteligencia artificial, comprender estos algoritmos y abordar sus desafíos éticos es esencial para tomar decisiones respaldadas por la tecnología que beneficie a todos. 

Borja Fernández-Acero

CIO & Founder