Iñigo Herzog lleva más de 4 años como director de tecnología (CTO) de Meep. Entre sus responsabilidades, está la gestión y crecimiento del equipo técnico, servir como punto de enlace entre la estrategia de la compañía a nivel de negocio y la creación de requerimientos y potenciales desarrollos de las aplicaciones nativas y del backend, así como ser el primer contacto con potenciales colaboradores a nivel de integración técnica y crecimiento de las aplicaciones de Meep. 

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Qué mejor persona que él para hablar de los mecanismos de seguridad en los datos, de qué se necesita por parte del gobierno y las instituciones para lograr una movilidad más conectada, sostenible y eficiente así como de la situación de la infraestructura para hacer frente a los retos del sector de los próximos años en España.

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1. Desde el punto de vista tecnológico, ¿qué es lo que falta para que fluya mejor la interoperabilidad e intermodalidad?

Primero, que la oferta esté digitalizada. Si bien es cierto que las empresas de movilidad compartida ya nacieron digitalizadas, existen otros modelos, como los parkings, que deben contar con una plataforma para digitalizar su oferta. De igual modo, conectar el transporte público con ciertos sistemas es más complicado que conectar nuevos modelos de movilidad que son más recientes y que ya nacieron digitalizados.

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En segundo lugar, ofrecer información en tiempo real. Necesitamos información sobre lo que está sucediendo en el momento presente: ¿qué opciones de movilidad compartida están disponibles a mi alrededor? El usuario, cuando planifica un viaje, necesita tener un vehículo reservado que esté esperándole y debe saber a qué hora llegará a ese punto de encuentro, ya que la reserva tiene una duración determinada.  

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Y por último, contar con la planificación completa del viaje, es decir, la capacidad de pagar y reservar esos vehículos con antelación y en un mismo lugar, es fundamental para que la intermodalidad sea cómoda. Al final, el desafío radica en que el usuario se adapte a este cambio, y por eso, es crucial proporcionarle comodidad para que todo fluya. 

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En definitiva, para alcanzar este objetivo, el desafío es conseguir esa digitalización; que todos los servicios integrados ofrezcan información en tiempo real y que las infraestructuras tecnológicas estén sólidamente construidas. 

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2. ¿Cuánto le falta al usuario para ver una app que gestione todos los servicios de movilidad? ¿Cómo puede ayudar la administración pública o las instituciones?

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Realmente nada, porque ya es una realidad. A día de hoy, nosotros ya integramos la movilidad pública y privada de la ciudad cerrando el círculo en torno al usuario. Permitimos, en un solo lugar, ver la oferta disponible, planificar un viaje, reservarlo y pagarlo. El futuro más cercano está en integrarlo todo a nivel transaccional. 

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Tecnológicamente y desde el punto de vista del usuario, es complejo integrar numerosos medios de transporte tan diversos para ofrecer una experiencia homogénea, pero en Meep ya tenemos 6 años de experiencia en ello. Para nosotros, la tecnología no es una barrera. Lo que hace falta es más voluntad. La voluntad de llegar a un acuerdo entre todas las partes, en especial entre la pública y privada, que revierta positivamente en una movilidad más conectada, sostenible y eficiente. El reto es llegar a ese acuerdo, porque tecnológicamente la solución ya existe. 

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3. Meep maneja grandes cantidades de datos. ¿Qué hacéis para que esos datos no caigan en malas manos?

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Desde la perspectiva de Meep, una startup que integra diferentes medios de transporte en una aplicación, creemos que hoy en día al estar casi toda la infraestructura en la nube, los grandes operadores de infraestructura ya disponen de mecanismos y soluciones muy testadas y avanzadas que ponen muchos recursos a tu disposición proporcionando un acceso más o menos rápido a un nivel de seguridad alto.

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4. ¿Qué mecanismos de seguridad hay?

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Por un lado está el control de acceso, es decir, quién está consultando los datos y de qué forma lo está haciendo. El problema puede venir cuando alguien suplanta una identidad e intenta acceder a tu sistema. Para hacer frente a esto, cada vez hay más herramientas que permiten a través de IA hacer un mapeo de cómo es la estructura de una empresa, como se consultan, se consumen y se guardan los datos. Todo ello, con el objetivo de entender cuáles son los usos, las costumbres y los patrones de consulta de dichos datos. 

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¿Qué permite esto? Que si alguien entra con unas credenciales y hace un uso no normativo, salten unas alertas que avisan que algo extraño está ocurriendo. O dicho de otro modo, estos mecanismos no impiden que alguien entre, pero sí identifican comportamientos inusuales para que puedas reaccionar a tiempo. Y esto se hace estableciendo unas reglas que, una vez detectan esa anomalía, deniegan el acceso a ese recurso. 

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5. España es líder en infraestructura de telecomunicaciones. Pero, ¿qué se necesita realmente del sector para afrontar los retos de los próximos años? 

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La capacidad de conectividad es clave sobre todo para los operadores de transporte con una flota de miles de vehículos que transmiten datos constantemente. Datos que tienen que estar actualizados en tiempo real para que no afecten los planes de planificación de ruta del usuario. 

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En la aplicación de Meep, y en las apps personalizadas que desarrollamos para consorcios o grandes operadores de transporte en España, no tenemos problemas de conectividad reseñables. Pero en países como Malta o Chipre donde también estamos, sí porque no todas las zonas tienen una buena capacidad de red. 

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En definitiva, en España la infraestructura es muy potente, pero haría una reflexión. ¿No merece la pena dedicar más recursos de infraestructura a otros aspectos más allá de la conectividad? Bajo mi punto de vista, hay problemas más acuciantes en cuanto a dispositivos de IOT en autobuses, validadoras o una nube de datos centralizada donde podamos disponibilizar todos estos datos. 

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